viernes, 24 de abril de 2009

Mártir
Martirologio Romano: San Jorge, mártir, cuyo glorioso certamen, que tuvo lugar en Dióspolis o Lidda, en Palestina, celebran desde muy antiguo todas las Iglesias, desde Oriente hasta Occidente (s. IV).
Etimológicamente: Jorge = Aquel que trabaja la tierra, es de origen griego.

La vida de San Jorge se popularizó en Europa durante la Edad Media, gracias a una versión bastante "sobria" de sus actas. Según cuenta la tradición, el santo era un caballero cristiano que hirió gravemente a un dragón de un pantano que aterrorizaba a los habitantes de una pequeña ciudad. El pueblo sobrecogido de temor se disponía a huir, cuando San Jorge dijo que bastaba con que creyesen en Jesucristo para que el dragón muriese. El rey y sus súbditos se convirtieron al punto y el monstruo murió. Por entonces estalló la cruel persecución de Diocleciano y Maximiano; el santo entonces comenzó a alentar a los que vacilaban en la fe, por lo que recibió crueles castigos y torturas, pero todo fue en vano.El emperador mandó a decapitar al santo, sentencia que se llevó a cabo sin dificultad, pero cuando Diocleciano volvía del sitio de la ejecución fue consumido por un fuego bajado del cielo. Esta versión popular de la vida del santo, induce a que en realidad San Jorge fue verdaderamente un mártir de Dióspolis (es decir Lida) de Palestina, probablemente anterior a la época de Constantino. No se sabe exactamente como llegó a ser San Jorge patrón de Inglaterra. Ciertamente su nombre era ya conocido en las islas Británicas antes de la conquista de los normandos. En todo caso, es muy probable que los cruzados especialmente Ricardo I hallan vuelto del oriente con una idea muy elevada sobre el poder de intercesión de San Jorge.

domingo, 12 de abril de 2009

Felices los que creen

¡FELICES PASCUAS DE RESURRECCIÓN!


Jesús dijo a Tomas: "Tu crees porque has visto. Felices los que creen sin haber visto" (Jn 20, 29)
Estas palabras de Jesús: "Felices los que creen sin haber visto", se refieren a nosotros, a los cristianos de hoy que seguimos encontrando a Cristo Resucitado, aunque "no lo veamos" con los ojos del cuerpo, los efectos que se producen son exactamente los mismos: somos "felices", porque tenemos la certeza de que creemos en algo real; porque tenemos una esperanza diferente a quienes no creen; porque vamos por la vida luchando por hacer realidad el sueño de Jesús: vivir el Reino de Dios entre los hombres.

sábado, 11 de abril de 2009

Eloí, Eloí , lemá sabaktaní

La Crucificción y Muerte de nuestro Señor


Condujeron a Jesús al Gólgota (que significa "La calavera")
y le ofrecieron vino con mirra, pero no lo tomó.
Lo crucificaron y se repartieron su ropa,
echándola a la suerte para ver lo que se llevaba cada uno.
Era media mañana cuando lo crucificaron.
En el letrero estaba escrita la causa de su condena:
EL REY DE LOS JUDIOS.
Crucificaron con él a dos bandidos,
uno a la derecha y otro a laizquierda.
Los que pasaban lo injuriaban, y decían meneando la cabeza :
-¡Vaya ! Tú que destruías el santuario y lo reconstruías en tres días :
baja de la cruz y sálvate.
Así también los sumos sacerdotes,
en compañía de los letrados bromeaban entre ellos :
- Ha salvado a otros y él no se puede salvar.
¡ El Mesías, el rey de Israel !
¡ Que baje ahora de la cruz para que lo veamos y creamos !
También los que estaban crucificados con él lo insultaban.
Al llegar el medio día toda aquella tierra quedó en tinieblas hasta media tarde.
A media tarde gritó Jesús muy fuerte :-
Eloí, Eloí , lemá sabaktaní
( que significa : "Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado")

domingo, 5 de abril de 2009

DOMINGO DE RAMOS

La liturgia de la Semana Santa comienza con la bendición de las palmas y una procesión el Domingo, con una solemne proclamación de la narración de la Pasión según San Mateo en la misa. La procesión de Ramos viene evidentemente del recuerdo de lo que pasó en la vida de Jesús días antes de su pasión y muerte. En los primeros siglos, en Jerusalén se comenzó a venerar los lugares donde había sucedido algún acontecimiento en la vida de Jesús. "Por eso el domingo anterior al Viernes Santo todo el pueblo se reunía en el Monte de los Olivos junto con el obispo y desde allí se dirigían a la ciudad con ramos en las manos y gritando Viva, como habían hecho los contemporáneos de Jesús".La famosa monja peregrina española, Egeria, nos cuenta como se celebraba el Domingo de Ramos y nos detalla que el obispo de Jerusalén, representando a Cristo, se montaba en un burro y que la gente llevaba a sus recién nacidos y a los niños a la procesión.Pero cada Iglesia fue tomando esta costumbre y celebrándola en particular. En Roma para el siglo IV se le llamaba a este día "Domingo de la Pasión" y en él se proclamaba solemnemente la Pasión del Señor, haciendo ver que la cruz es el camino de la resurrección. Sólo hasta el siglo XI se comenzó allí también la costumbre de la procesión. Se nos dice que en Egipto la cruz era cargada triunfalmente en esta procesión. En Francia y en España en el siglo VII se habla de la bendición de ramos y de la procesión.Tras el concilio de Trento se quiso que en todas partes de la Iglesia Latina se celebrara de la misma manera este domingo y entonces se juntó lo que se hacía en Jerusalén (procesión de Ramos) con lo que se hacía en Roma (celebración de la pasión, como si fueran cosas distintas, ya que cada una se celebraba con ornamentos de distinto color y con oraciones iniciales y finales propias.Con las reformas que hizo el Papa Paulo VI a las celebraciones de Semana Santa después del Concilio Vaticano II, se unificó la celebración con oraciones y ornamentos comunes haciendo ver mas claramente que en ella se vive el único misterio pascual de vida y muerte y que una y otra de sus partes se relacionan y se enriquecen mutuamente: no hay verdadera celebración del Domingo de Ramos sin procesión y sin lectura solemne de la Pasión en Una misma Eucaristía."La procesión que conmemora la entrada mesiánica de Jesús en Jerusalén tiene un carácter festivo y popular. A los fieles les gusta conservar en sus hogares, y a veces en el lugar de trabajo, los ramos de olivo o de otros árboles, que han sido bendecidos y llevados en la procesión.Sin embargo es preciso instruir a los fieles sobre el significado de la celebración, para que entiendan su sentido. Será oportuno, por ejemplo, insistir en que lo verdaderamente importante es participar en la procesión y no simplemente procurarse una palma o ramo de olivo; que estos no se conserven como si fueran amuletos, con un fin curativo o para mantener alejados a los malos espíritus y evitar así, en las casas y los campos, los daños que causan, lo cual podría ser una forma de superstición.La palma y el ramo de olivo se conservan, ante todo, como un testimonio de la fe en Cristo, rey mesiánico, y en su victoria pascual." (Directorio sobre la Piedad Popular y los Sacramentos. Sagrada Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos,)