El maravilloso Desierto Florido de Atacama en Chile ha sido testigo estos dos últimos meses de un desgraciado acontecimiento, sin embargo también ha sido testigo del valor y el afán de supervivencia de los 33 mineros que quedaron atrapados en la mina de San José, así como el apoyo y la hermandad que entre las familias reinaba en el exterior, acampados durante estos setenta días en pleno desierto.
Hoy por fin han empezado a ver la luz del día y el mundo entero emocionado da gracias por este exitoso rescate y del cual muchos otros gobiernos deberían tomar nota.
Desde la Orden Católica Española del Temple queremos dar gracias a Dios a quien dedicaremos una novena y queremos felicitar a los 33 mineros, a sus familias, al gobierno de Chile y al pueblo entero de Chile.
Dios aprieta pero no ahoga hermanos, aunque a veces apriete muy fuerte. Y vosotros habéis demostrado que sois fuertes y cuando la situación lo requiere Chile es uno solo, una sola voz y una sola familia.
Bravo Chile
Agradecemos las palabras de nuestros Hermanos y Hermanas de España.