Y el Señor vio que era mucha la maldad de los hombres en la tierra,
y que toda intención de los pensamientos
del corazón de ellos era solamente hacer mal.
Y se arrepintió el Señor de haber hecho al hombre en la tierra,
y sintió tristeza en su corazón.
Y dijo Dios:
Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado,
desde el hombre hasta la bestia,
y hasta el reptil y las aves del cielo;
pues me arrepiento de haberlos hecho.